Carta a mi yo de 30

Empezaras la década de los 30 rompiendo lazos para volver hacerlos más fuertes y resistentes, pero esta vez, serán los que te unan, más que nunca a tí misma. Los primeros años estarán llenos de viajes, inquietudes y experiencias nuevas por descubrir. Nunca serás tanta luz y oscuridad al mismo tiempo. No te asustes, a veces hay que caer para volver a resurgir.
Con el tiempo te asentarás, y entenderás que todas las respuestas empiezan y terminan en uno mismo.Descubrirás el placer de observar todos los atardeceres de Madrid y aprenderás a descifrar que siempre hay estrellas que brillan más. Vivirás y amarás intensamente a partes iguales y descubrirás que hay tantas versiones de uno mismo como las que tú quieras mostrar. Seguirás estudiando y nunca lo dejarás, porque mantendrás intacta esa capacidad tuya de seguir sorprendiéndote con cada cosa nueva que hagas.

A veces querrás parar el tiempo y te comprarás una taza que te recuerde que los domingos en la mañana necesitarás el “pause”. Desarrollarás gran fortaleza mental y emocional para hacer frente a imprevistos personales e interpersonales. No te preocupes, contarás con personas que te guiarán de camino a casa.

Retomarás el barrio por unos años y vivirás confinamiento y auto confinamiento a partes iguales. Descubrirás el placer del autoconocimiento, el significado de las emociones y te adentrarás en el mundo de la meditación. Tu capacidad observadora se multiplicará y descubrirás el verdadero placer de leer un domingo en la tarde. ¡Quién no los iba decir! Serás parte de un grupo maravilloso y sentirás que a pesar de tener caminos diferentes tus amigas de siempre seguirán estando detrás del “Y tú, ¿cómo vas?”

Volverás a los orígenes profesionales de los 20 y te darás cuenta que ser parte de la solución de los problemas es más gratificante de lo que podías imaginar. Serás compensada y felicitada por ello. Nunca las miradas habían agradecido tanto.
Habrá tiempos de incertidumbre y días en los que nada ni nadie podrán darte la solución que esperas, pero ten por seguro que pase como pase todo, saldrás victoriosa.

Esto no será inmediato. Porque a estás alturas ya estarás curtida en eso de la resiliencia y la confianza. Con el tiempo te darás cuenta que no fué el camino lo que te hizo ser distinta, sino las tormentas que atravesaste mientras lo hacías.

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