El poder de cumplir años

Las mejores fotos, son las que captan el momento previo a la foto

 

Lo bueno de cumplir años y  de cambiar de década, es claramente la gestión de sacarse partido a uno mismo. Eso sí, hay que saber y hay que valer. Sobre todo valer, para echarle cara a todo o casi todo. Eso te lo da los años 😉

La ventaja de cumplirlos, es que si te lo has montado más o menos bien, sabes que ha llegado el momento de potenciar todo lo potenciable de ti. Desde lo más personal hasta lo profesional. A esto hay que añadirle un plus de seguridad, porque después de casi 30 años viviendo y sobreviviendo llega un punto en que las cosas te las ves venir. O al menos las intuyes. De ahí, que tu sexto sentido también se potencie; casi a la vez que tu rol de Drama Queen, porque no nos engañemos, los dramas absurdos siempre serán dramas para ti.

Desarrollas tu vena más creativa y tontuna para dar paso a tu universo Disney más real que nunca. Donde, por supuesto, tu perteneces a esa nueva generación de princesas (de cuento y no) dónde el amor de un hombre no te salva de absolutamente nada.

Pasas de actriz secundaria a principal de tu propia película vital (que ya iba siendo hora). El vestuario y maquillaje lo eliges tu independientemente de las tendencias. Decides cuándo rodarás tu próximo film o cuál será tu próxima actuación teatral. Porque los años, ante todo, te da tablas. Tablas para casi todo,aunque sean de rescate.

Por eso, el cumplir años no está del todo mal. Porque como decía ella; «quizás no tengas del todo claro qué es lo que quieres, pero sabes seguro que es lo que no querrás». Por lo que ve desempolvando ese vestido de fiesta y sal a la pista más real, divertida y fugaz en la que podrás bailar: tu propia vida.

¡Felicidades!

 

 

 

 

 

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