Los efectos del domingo

Hoy no es domingo. No llueve. Hay tráfico. Están todas las tiendas abiertas. No hay comida rica. No hay sobremesa ni café en el sofá. Hoy es martes.

¿Qué tienen los domingos que hacen que revolotees en la cama de una esquina a otra? Que desayunar con buen humor y en una hora te reactiva más que los 10-15 minutos de la mayoría de los días.  Que volver a la cama después de desayunar no hará que llegues tarde a ningún sitio, porque los domingos, son para ti.

Los domingos «Día mundial del descanso» no se pierde el tiempo, se recuperan energías. Los domingos se sale a tomar el aire, el sol o el vermú de las 12.00h porque para algo es el último día de la semana. El colofón final de nuestra «tarta», sueño o rutina semanal.

Los domingos te los esperas, suelen ser iguales y pocas veces varían. El plan perfecto pasa por estar tirado en el sofá mientras te quedas dormido viendo el típico thriller psicótico en televisión.

Luego llegará la media tarde, el café, el zappeo, el baño… Hasta que regresas nuevamente al sofá y caes en la cuenta de que el domingo se vuelve más oscuro, más gris, más feo…En definitiva, menos domingo y más lunes.

Entonces solo nos quedará irnos desconsolados a la cama, tirarnos y dormir otra vez, por lo menos hasta el viernes próximo, cuando inexplicablemente volvamos a despertar 😉

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