2018: Por todo lo bueno que vendrá

Que no, que el 2017 no ha sido tan malo. De verdad, párate y piénsalo. ¿Cuántos viajes has hecho? ¿cuánta gente nueva has conocido? ¿cuántos planes diferentes hiciste? ¿Por cuántas versiones de ti mism@ pasaste?

Pues eso. Que el 2017 ha sido ante todo tu año de aprendizaje, de reconversión y detoxicación. De irte lejos para volver más cerca de todo. De estar más tiempo en tierra para ahora sí, alzar de nuevo el vuelo.

De ser más consciente de que sí, el tiempo pasa, y te repasa sin tener apenas,eso, tiempo de llegar a un acuerdo, a un paréntesis. Porque en cuestión de tratos, aquí tu no tienes nada que hacer. Solo esperar.

Por eso, para el año que viene, no pediremos nada, fuera objetivos y metas que te oprimen y no te dejan respirar. Ya tenemos bastante con esa «presión social» de tener que hacer las cosas a una determinada edad. Suficiente.

Si las cosas buenas que trae el 2018 tienen que «sorprenderte» que sea un lunes cualquiera, un finde de relax o en cualquier lugar. Pero que te pille desprevenid@, sin discurso y sin excusas que contar. Que te erice la piel, te ilumine la mirada y te encoja de hombros para saber decir, ¡sí, quiero!

A ti, que lees siempre esto, solo puedo desearte que tengas un 2018 lleno de cosas buenas por llegar.

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